Al hablar de los retos de la transformación digital, es muy importante destacar un elemento clave: la experiencia de usuario. Los consumidores esperan de las marcas una interacción digital eficaz. A la cabeza se hallan los millennials, cuya voz es unánime a la hora de valorar tal acción recíproca.
Pero al mismo tiempo, surgen factores como la rebeldía de empresas y empleados ante el cambio, la incidencia del big data y la analítica avanzada o la ciberseguridad ligada a la tecnología. Sin olvidar la incorporación del talento a las organizaciones o el modelo de negocio heredado.
En este contexto de revolución y evolución digital, las empresas afrontan una serie de desafíos. Asimismo, supone un cambio de la cultura, que requiere que las empresas desafíen de forma constante el statu quo, ensayen y se sientan cómodas ante los reveses. Implica afrontar una serie de desafíos. ¿Cuáles son?
Los retos de la transformación digital
Así pues, se trata de una aventura en la que los retos se tornan en protagonistas. Por ventajosos que sean los ecos del cambio, puede ser extremadamente complejo mover todos los engranajes de una empresa para dar a luz dicha metamorfosis. ¿Por qué?
Falta de visión ante la customer experience y el cliente digital
Tener una visión clara de cómo satisfacer las necesidades del cliente es el primer paso en este viaje hacia el cambio. En este sentido, la clave está en construir una experiencia del cliente de abajo hacia arriba. La estrategia omnicanal es clave. Se trata de la recogida de toda la información de los clientes a través de los diferentes canales para diseñar estrategias personalizadas según sus necesidades. Para ello, las empresas deben contar con canales online, como por ejemplo una página web, y así estar conectados con sus clientes y obtener información de ellos.
La resistencia al cambio de empresas y empleados
Los cambios asustan porque suponen salir de la zona de confort. Es una realidad que la transformación digital deja tocados muchos negocios. Sin embargo, en tiempos de cambio, no dar el salto es más arriesgado.
Por otro lado, el proceso de transformación digital implica que los empleados se sientan amenazados. Puede ser complicado borrar esta sensación en los trabajadores. No obstante, si se involucran en el proceso, la estrategia digital llegará más lejos.
Big data y analítica avanzada
La ingeniería de datos y su análisis es la clave el éxito de numerosas organizaciones. Algunas empresas se asientan sobre la recopilación, la analítica, el almacenamiento y el aprovechamiento exitoso de los datos de los clientes.
En esta línea, recopilar los atributos esenciales de los clientes supone dar un paso firme y sirve para saber cómo tratar con ellos y vender el producto o servicio de forma eficiente.
La ciberseguridad y la tecnología
La seguridad digital es una responsabilidad que han de asumir quienes lideran la transformación digital de las compañías. Así, se incentiva la presencia de la ciberseguridad en todo el ciclo de vida de los productos y servicios.
No es conditio sine qua non que la seguridad digital sea competencia exclusiva de los líderes digitales, pero sí han de rendir cuentas de los riesgos digitales de las tecnologías que se ponen en marcha desde su área de responsabilidad.
Incorporación de talento a las organizaciones
El talento digital es esencial. ¿Cómo atraerlo y no quedarse en el camino? Este es escaso y ha de incentivarse para captarlo y, después, no perderlo. Abrir la búsqueda de profesionales con talento en canales alternativos donde se concentran es fundamental.
El modelo de negocio heredado
Los negocios tradicionales sienten cierta reticencia y temor ante la transformación digital. No es de extrañar, ya que manejan productos y principios que han funcionado hasta el presente. No obstante, este legado puede ser un freno más que un acelerador.
El futuro de la transformación digital
Aprovechar las oportunidades de digitalización es determinante para no quedarse rezagado o relegado frente a la competencia. El futuro se escribe brindando experiencias de usuario sobresalientes.
Ejemplos como los fabricantes que venden productos ligados a servicios de valor añadido o minoristas que ofrecen experiencias omnicanal integradas son sinónimos de experiencias de usuario optimizadas.
Por tanto, los desafíos de la transformación digital comienzan con hacerle entender al cliente que se tiene una solución ante el problema que se le plantea.