Qué es un growth hacker y cómo puede ayudar a tu negocio
Publicado el 09/02/2023
Negocios digitalesPublicado el 09/02/2023
Negocios digitalesConseguir más con la inversión mínima es la máxima que mueve al growth hacker. Un perfil profesional cada vez más demandado por su capacidad de desarrollar estrategias de growth hacking puntuales de bajo coste y máximo impacto. Veamos qué puede ofrecerle a tu negocio este perfil.
Como mucha otra terminología del mundo del marketing digital, el término growth hacker es inglés y viene a traducirse como mago del crecimiento. Mago en el sentido de que conoce todos los trucos ocultos para hacer crecer un negocio. Aunque lo que sucede en realidad es que conoce y comprende tan bien los productos y procesos determinados que es capaz de desmontarlos y volverlos a montar para que funcionen mejor.
A diferencia del manager de marketing digital, el growth hacker no diseña una estrategia global a largo plazo, sino que se enfoca en actuaciones puntuales de alto impacto a través de diversas técnicas de growth hacking. Tampoco usará medios tradicionales para potenciar el proceso de crecimiento, sino que basará sus acciones en la innovación. De hecho, ambos perfiles deben entenderse como compatibles y complementarios.
Si tuviéramos que definir al growth hacker en función de sus características principales, el sentido común nos diría que destacásemos las siguientes. Es decir, todas las que se necesitan para hacer crecer un negocio con el menos gasto posible:
Solemos pensar en el growth hacker como un perfil abocado a colaborar con el departamento de marketing de una empresa. La realidad, en cambio, demuestra que este tipo de profesional es capaz de actuar desde muchos otros ámbitos. De hecho, cuanto más colaborativa es la actitud de los diferentes departamentos, de forma más rápida puede crecer un negocio.
Este es el perfil perfecto para empresas que se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo o para aquellas que desean lanzar un producto nuevo. Son especialmente efectivos para servicios o productos digitales, pero una PYME tradicional también puede beneficiarse de ellos.
A diferencia del manager de marketing digital, el growth hacker no diseña una estrategia global a largo plazo, sino que se enfoca en actuaciones puntuales
Se crea una disrupción de mercado cuando los usuarios empiezan a pensar de diferente manera. Pensemos por ejemplo en Uber. La aparición de un servicio de taxis que se podía contratar desde el móvil y cuyo precio quedaba fijado por adelantado nos hizo ver el taxi tradicional de otra manera.
Ocurre lo mismo con Duolingo: una app muy barata que cambió la manera en la que la gente estudiaba idiomas: en lugar de comprar carísimos cursos, se descargan la aplicación y aprenden a su ritmo. El growth hacker es capaz de detectar este tipo de oportunidades y ponerlas en práctica.
El caso de Dropbox es el mejor ejemplo de aceleración del crecimiento. En 15 meses creció un 3900% mediante un programa de referidos que ofrecía espacio gratis a cambio de recomendaciones. Una técnica barata (recordemos que la clave del growth hacking es mayor crecimiento a menos coste), rápida (apenas más de un año) y muy efectiva: 3900% de crecimiento. Un hito pocas veces visto.
Algo similar sucedió con Hotmail. Mediante una campaña de coste prácticamente cero consiguió incrementar de forma exponencial su número de usuarios. ¿Cómo? Añadiendo una CTA y una caja de suscripción en todos los correos enviados desde Hotmail. Lo que decía esa CTA era lo siguiente: Posdata, te quiero. Hazte una cuenta de correo gratis con Hotmail. Simple, ingenioso, barato y muy rápido.
Independientemente del flujo de creatividad que guía las acciones de un growth hacker, lo que finalmente determina su éxito es su capacidad para analizar, medir y rectificar en tiempo prácticamente real.
De hecho, una de las labores de este profesional es la de testear las campañas antes de lanzarlas. Una manera perfecta de optimizar los costes dedicados a las acciones de marketing.
El perfil de growth hacker es perfecto para empresas en sus primeras etapas de desarrollo o para aquellas que desean lanzar un producto nuevo
Mediante el neuromarketing y las técnicas de scarcity, un growth hacker que cultive la presencia en redes sociales puede captar leads cualificados para prácticamente cualquier negocio.
Es más fácil explicar cómo funcionan estas técnicas que hacer que funcionen, pero se trata de convencer a los leads de que el producto o el servicio deben comprarse de forma urgente. Bien porque hay unidades o plazas limitadas; bien porque la oferta se acabará pronto. Esta es una técnica que utilizan intermediarios como Booking y que consigue el resultado deseado.
El concepto es casi ancestral, pero el modo de ponerlo en práctica de los growth hackers que conocen su oficio es novedoso y obtiene mejores resultados.
Puede que ya hayas ensayado técnicas de gamificación o que ya hayas trabajado con influencers. La labor del growth hacker en este caso es analizar tus campañas previas para averiguar de qué manera puede replicarlas con mejores resultados.
El caso de Candy Crush, con más de 45 millones de usuarios, es paradigmático. La técnica de growth hacking en este caso fue añadir la opción de esperar a las dos opciones que en realidad prefería la empresa: pagar o involucrar a otros usuarios, los amigos. Si la posibilidad de esperar no hubiera existido, las otras dos opciones habrían obtenido un éxito menor.
Como ves, el perfil del growth hacker es, sobre todo, uno que aporta soluciones creativas. Pero también requiere de un profundo conocimiento de la psicología del cliente y de los mercados. Y de una metodología de trabajo que preste especial atención al detalle. En Proun estamos orgullosos de nuestros logros como agencia de growth hacking y por ello nos ponemos a tu disposición para ayudarte a conseguir los tuyos.