¿Cómo vas a superar a tus competidores si no los conoces? Para que una empresa lidere su sector, debe ser mejor que el resto. Y esa es la función del benchmarking, que podemos definir como un proceso mediante el que se analiza a los competidores y se estudian sus puntos fuertes para, a continuación, diferenciarse de ellos.
¿Sabías que esta estrategia te permite averiguar cómo tus clientes encuentran a tus competidores? Con esa información en tu poder podrías trabajar, entre otras cosas, tu visibilidad. Y hacer que te encuentren antes a ti.
¿En qué consiste un buen benchmarking?
En muy pocas palabras, el benchmarking es un proceso de análisis de la competencia que te permitirá conocer sus procesos, identificar aquellos en los que logran la excelencia y hallar las áreas de mejora de tu propia empresa para, finalmente, mejorar los tuyos propios y diferenciarte. Se trata de una estrategia de mejora continua porque todos los sectores de la industria evolucionan. No se trata de copiar a la competencia y perder la identidad de nuestra marca por el camino, se trata de aprender e identificar posibles mejoras.
Tipos de benchmarking
Existen diferentes tipos análisis que se pueden emplear para llevar tu compañía al siguiente nivel:
- Benchmarking interno: se lleva a cabo dentro de la propia empresa y el análisis comparativo se efectúa entre diferentes departamentos o sucursales. Es relativamente sencillo de implementar, pues a priori ya conoces los procesos de tu empresa y por tanto tendrás acceso a los motivos por los que unos departamentos son más eficientes que otros. Lo mismo ocurre para diferentes oficinas o sucursales.
- Benchmarking externo: este tipo de benchmarking se encarga de averiguar en qué coordenadas del mapa del sector se encuentra nuestra empresa. Es decir, analizar a la competencia. Los datos que extraigamos de este análisis serán claves para mejorar la estrategia global de marketing y el posicionamiento.
- Benchmarking funcional: el análisis de la competencia se amplía en este caso a empresas que están en tu sector y no son competencia directa, pero de cuyos procesos más exitosos también puedes extraer algún beneficio.
- Si quieres ir un paso más allá, puedes hacer un benchmarking genérico y analizar solo a las mejores empresas del mercado, las que obtienen los resultados más deseados. Una empresa especializada en benchmarking puede ayudarte a extraer conclusiones muy valiosas de este análisis que, a priori, no tiene que centrarse en tu competencia directa.
- Benchmarking integral: se trata de elaborar una estrategia global de análisis que incluya todos los que hemos mencionado. El volumen de datos obtenido será mucho más amplio y, con toda probabilidad, necesitarás ayuda para manejarlo.
El benchmarking supone grandes ventajas para tu estrategia de marketing
Como ves, este tipo de estrategia conlleva una gran cantidad de trabajo previo antes de devolver los resultados que deseas. Sin embargo, una vez que tengas en la mano los datos del benchmarking, podrás beneficiarte de todas sus ventajas.
El benchmarking te permitirá conocer los procesos de tu competencia, identificar aquellos en los que logran la excelencia y hallar las áreas de mejora de tu propia empresa
Mejora el SEO
Un análisis online de la competencia te mostrará, su estrategia SEO. Esto incluye las palabras claves por las que se posiciona y cómo sus clientes (que deberían y podrían ser los tuyos) la encuentran. Con ello, se puede seguir una estrategia para mejorar los resultados de tu empresa y ganar mayor visibilidad que los competidores.
El benchmarking puede ayudar a mejorar tu posicionamiento SEO ya que aporta datos sobre la visibilidad de los competidores, el tráfico, sus palabras clave, su autoridad, y muchos más datos que ayudarán a mejorar tu estrategia y por tanto, tu posicionamiento.
Mayor conocimiento del público objetivo
Saber cómo tu público objetivo encuentra a tu competencia te ayuda a conocerlo mejor. Esto quiere decir que sabrás cuáles son sus preocupaciones y qué problemas específicos puedes ayudarles a solucionar. Aportar soluciones reales a problemas concretos es la manera más rápida y sencilla de diferenciarte, precisamente el objetivo que persigue el benchmarking.
Conocimiento de la competencia
Analizar a la competencia significa conocerla y conocer a la competencia suele ir acompañado de un soplo de aire fresco. Ningún sistema evoluciona sin cierta competencia, pero es difícil competir con uno mismo. En este sentido, el benchmarking interno puede ayudar a agilizar las cosas, pero es el benchmarking externo el que de verdad funciona.
Si tu empresa lleva toda la vida haciendo las cosas de la misma manera y los resultados han empeorado, necesitas saber qué se hace fuera para cambiar. En este sentido, el conocimiento de la competencia es tan valioso como el oro.
Mejora continua
La industria es un ecosistema en continuo movimiento y las empresas son organismos vivos que forman parte de él. Conocer el funcionamiento de ese ecosistema y cómo se mueven los demás organismos te dará las claves para trabajar mejor y ser mejor. Algo que no ocurre solo una vez, sino que forma parte de un proceso de desarrollo tan largo como la vida de la propia empresa.
Ayuda a la planificación y a definir objetivos
Una vez que se ha llevado a cabo el benchmarking resulta mucho más sencillo establecer objetivos y planificar los procesos en función de lo que se ha descubierto. Establecer nuevas métricas y objetivos que ayuden a mejorar y ganar posiciones en el mercado. Además de ayudar a identificar en que hay que mejorar, ayuda a identificar en que tiene tu empresa una ventaja competitiva y por tanto, a sacar rendimiento de la misma.
En definitiva, hay muchas razones para confiar en el benchmarking y analizar a la competencia. También se trata de un proceso complejo para el que probablemente necesitarás ayuda de profesionales que analicen diferentes tipos de procesos. ¿Quieres saber más sobre cómo aprovechar para tu empresa todos los beneficios del benchmarking? Contacta con nosotros.