¿Cómo afecta al usuario la carga cognitiva UX?: 7 consejos para reducirla
Publicado el 11/08/2020
DiseñoCada entorno digital al que se enfrenta un usuario hace que tenga que adaptarse a la forma en la que está configurado, diseñado o programado, por ejemplo en cada sitio web que visita. La carga cognitiva UX es el proceso mental que hace alusión al conjunto de experiencias, ya sean confusas, dubitativas, nuevas, etc.; que deben superar los usuarios para la consecución de sus objetivos cuando navegan por internet.
La carga cognitiva, como concepto, está íntimamente ligada a la teoría del aprendizaje. Cuando el usuario llega a una aplicación web interacciona de forma natural con los contenidos: bien para realizar la compra de un producto o servicio o, simplemente, realizar una consulta.
Con el hábito se trasladan estos conocimientos a la memoria, pasando a formar parte de las experiencias con instrumentos, útiles y herramientas. Evitar los obstáculos en esta sencilla estructura, mediante el diseño y la programación, es prioritario para que el usuario gane confianza y convierta en costumbre su primera visita.
Para lograr una experiencia de usuario ideal hay que trabajar con componentes funcionales, de signos, estéticos e incluso emocionales. La actividad operativa sobre el entorno digital debe estar descargada de instrucciones ambiguas, señales distractoras y opciones semiocultas a la atención del visitante.
El esfuerzo realizado para disminuir la carga cognitiva UX es un recurso fundamental. Se vuelve imprescindible para ganar visitas y multiplicar el tiempo de permanencia de las sesiones hasta el máximo esperable para los objetivos que se han definido. En definitiva, un sitio web bien trabajado, en este sentido, posiciona y convierte.
Resulta muy útil hacer una relación de las principales barreras que pueden hacer fracasar una satisfactoria experiencia de usuario. Están estudiadas por numerosos expertos que verifican, con pruebas de comportamiento real, estas malas praxis y sus consecuencias. Son las siguientes:
Está demostrado que la atención humana, mantenida durante un período prolongado de tiempo sobre procesos complejos, genera estrés. El cuidado del componente emocional es básico para sumar y no restar visitantes o clientes.
A continuación, siete recomendaciones para disminuir esta carga sobre la actividad mental del usuario.
Generar contenidos claros, sencillos de interpretar y cuya estructura se haga compatible con el objetivo último que motivó su creación.
Procurar que las señales que indican la transición de un proceso a otro estén libres de ambigüedades o de palabras sujetas a interpretación. Si el usuario debe cubrir un formulario, hay que agradecer el tiempo empleado para esta tarea con instrucciones breves y simples.
Llevar los contenidos a su mejor expresión visual. La potencia del vídeo como formato está en la inmediatez y el aprovechamiento máximo de las capacidades sensoriales. Se trata de contenidos cuyos datos pueden ser procesados en menos tiempo.
Aprender y aplicar las nociones básicas del diseño y destacar la importancia de la funcionalidad. Una interfaz funcional es preferible a una interfaz llamativa pero poco intuitiva o manejable.
Incorporar elementos de personalización que estimulan la empatía del visitante por la actividad que realiza en la web. Una buena experiencia de usuario tiene como efecto inmediato una respuesta emocional que afianza la memoria a largo plazo y la voluntad de volver.
Reducir el número de interacciones redundantes y emplear, donde sea preciso, los datos previamente suministrados por el visitante.
Aplicar una tipografía que favorezca la lectura atenta y detallada del texto sin cansancio ni resta en la fluidez de las visualizaciones.
En resumen, reducir la carga cognitiva UX de una web, en su fase de diseño, ayuda a que reciba visitas de calidad. Nunca se debe olvidar que un buen diseño UX tiene un efecto emocional creador de confianza y capaz de estrechar vínculos duraderos.