carga cognitiva ux

Cada entorno digital al que se enfrenta un usuario hace que tenga que adaptarse a la forma en la que está configurado, diseñado o programado, por ejemplo, en cada sitio web que visita. La carga cognitiva UX es el proceso mental que hace alusión al conjunto de experiencias, ya sean confusas, dubitativas, nuevas, etc.; que deben superar los usuarios para la consecución de sus objetivos cuando navegan por internet.

¿Qué es la carga cognitiva UX?

La carga cognitiva, como concepto, está íntimamente ligada a la teoría del aprendizaje. Cuando el usuario llega a una aplicación web interacciona de forma natural con los contenidos: bien para realizar la compra de un producto o servicio o, simplemente, realizar una consulta. 

Con el hábito se trasladan estos conocimientos a la memoria, pasando a formar parte de las experiencias con instrumentos, útiles y herramientas. Evitar los obstáculos en esta sencilla estructura, mediante el diseño y la programación, es prioritario para que el usuario gane confianza y convierta en costumbre su primera visita.

¿Cómo afecta al usuario la carga cognitiva UX?

El esfuerzo mental que un usuario debe realizar para interactuar con un producto o servicio digital, como un sitio web o una aplicación, puede hacer que se sienta abrumado, confundido o frustrado. Y esto afecta negativamente su experiencia y satisfacción. Así es cómo afecta al usuario:

  • Fatiga y frustración: si la interfaz es demasiado compleja o requiere que los usuarios piensen mucho para realizar tareas simples, esto puede llevar a la fatiga mental. Esto se traduce en frustración, lo que puede hacer que los usuarios abandonen el producto o busquen alternativas más fáciles de usar.
  • Tareas más lentas: una alta carga cognitiva ralentiza el proceso de interacción. Los usuarios necesitan más tiempo para procesar información, tomar decisiones o completar acciones, lo que disminuye la eficiencia y la productividad.
  • Errores y fallos en la interacción: cuando los usuarios están sobrecargados mentalmente, es más probable que cometan errores. Por ejemplo, pueden seleccionar la opción equivocada o perderse en la navegación, lo que puede generar una mala experiencia y, en algunos casos, incluso perjudicar la reputación del producto o servicio.
  • Menos retención: una interfaz difícil de usar o confusa puede hacer que los usuarios se sientan incómodos y poco motivados a regresar. La experiencia de usuario (UX) juega un papel crucial en la retención, y si la carga cognitiva es alta, es probable que los usuarios no vuelvan.
  • Dificultad para tomar decisiones: si un diseño presenta demasiadas opciones o información, los usuarios pueden sentirse sobrecargados y tener dificultades para tomar decisiones informadas. Esto puede llevar a la indecisión, la procrastinación o el abandono de la tarea.

La experiencia de usuario ideal

Para lograr una experiencia de usuario ideal hay que trabajar con componentes funcionales, de signos, estéticos e incluso emocionales. La actividad operativa sobre el entorno digital debe estar descargada de instrucciones ambiguas, señales distractoras y opciones semiocultas a la atención del visitante.

El esfuerzo realizado para disminuir la carga cognitiva UX es un recurso fundamental. Se vuelve imprescindible para ganar visitas y multiplicar el tiempo de permanencia de las sesiones hasta el máximo esperable para los objetivos que se han definido. En definitiva, un sitio web bien trabajado, en este sentido, posiciona y convierte.

Carga cognitiva ux

Tipos de barreras cognitivas durante la navegación

Resulta muy útil hacer una relación de las principales barreras que pueden hacer fracasar una satisfactoria experiencia de usuario. Están estudiadas por numerosos expertos que verifican, con pruebas de comportamiento real, estas malas praxis y sus consecuencias. Son las siguientes:

  • Barreras de interpretación: se producen en el momento en que el usuario se siente perdido entre instrucciones ambiguas o sin ordenar. La navegación por los contenidos es excesivamente lenta, muy basada en el prueba y error. El usuario siente rechazo por este tipo de interfaces, que le hacen perder tiempo y buen humor.
  • Barreras por una incorrecta cuantificación de opciones: está demostrado que los menús de navegación que superan las cinco alternativas de enlace pierden visibilidad. Un reparto de los contenidos en un número excesivo de categorías termina por hacer invisibles los que el usuario está buscando.
  • Barreras de excesivo esfuerzo de atención: un botón para activar una elección del visitante debe destacar sobre otros elementos gráficos. No hay que pedir al usuario un recorrido minucioso sobre la pantalla para dar con él. El coste excesivo y evitable de la agudeza visual trae cansancio y desconexión del servicio que ofrece un sitio web.

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7 claves para reducir la carga cognitiva UX

Está demostrado que la atención humana, mantenida durante un período prolongado de tiempo sobre procesos complejos, genera estrés. El cuidado del componente emocional es básico para sumar y no restar visitantes o clientes. A continuación, siete claves que utilizan los expertos en diseño UX para disminuir esta carga sobre la actividad mental del usuario.

Claridad

Generar contenidos claros, sencillos de interpretar y cuya estructura se haga compatible con el objetivo último que motivó su creación. Una presentación ordenada y coherente facilita que los usuarios comprendan rápidamente el mensaje y realicen la acción esperada sin esfuerzo.

Concisión

Procurar que las señales que indican la transición de un proceso a otro estén libres de ambigüedades o de palabras sujetas a interpretación. Si el usuario debe cubrir un formulario, hay que agradecer el tiempo empleado para esta tarea con instrucciones breves y simples. De esta manera, se reduce la sobrecarga cognitiva, permitiendo que el usuario avance con confianza y sin distracciones.

Multimedia

Llevar los contenidos a su mejor expresión visual. La potencia del vídeo como formato está en la inmediatez y el aprovechamiento máximo de las capacidades sensoriales. Se trata de contenidos cuyos datos pueden ser procesados en menos tiempo. El uso adecuado de elementos multimedia también ayuda a captar la atención del usuario y mantener su interés durante la interacción.

Funcionalidad

Aprender y aplicar las nociones básicas del diseño y destacar la importancia de la funcionalidad. Una interfaz funcional es preferible a una interfaz llamativa pero poco intuitiva o manejable. Un diseño bien pensado facilita la navegación y permite a los usuarios alcanzar sus objetivos de manera más eficiente, sin distraerse por elementos innecesarios o complicados.

Personalización

Incorporar elementos de personalización que estimulan la empatía del visitante por la actividad que realiza en la web. Una buena experiencia de usuario tiene como efecto inmediato una respuesta emocional que afianza la memoria a largo plazo y la voluntad de volver. Además, la personalización puede hacer que los usuarios se sientan más valorados y comprendidos, creando un vínculo más estrecho con la marca.

Sencillez

Reducir el número de interacciones redundantes y emplear, donde sea preciso, los datos previamente suministrados por el visitante. Este enfoque no solo ahorra tiempo al usuario, sino que también mejora la eficiencia del proceso, eliminando barreras innecesarias y haciendo que la experiencia sea lo más fluida posible.

Legibilidad

Aplicar una tipografía que favorezca la lectura atenta y detallada del texto sin cansancio ni resta en la fluidez de las visualizaciones. Es importante elegir una tipografía que combine con la estética del sitio web pero que también priorice la claridad y comodidad visual, para que los usuarios puedan disfrutar de una lectura cómoda y sin esfuerzo.

En resumen, reducir la carga cognitiva UX de una web, en su fase de diseño, ayuda a que reciba visitas de calidad. Nunca se debe olvidar que un buen diseño UX tiene un efecto emocional creador de confianza y capaz de estrechar vínculos duraderos.