El poder de los colores en el marketing emocional
Publicado el 17/11/2022
Estrategia y marketingPublicado el 17/11/2022
Estrategia y marketingQue los colores y los estados de ánimo van de la mano es algo que lleva años estudiándose. También es de sobra conocido que el marketing que funciona apela más a las emociones que a la parte racional del ser humano. Por tanto, que exista una influencia de los colores en el marketing no debería sorprender a nadie. Lo que quizá sí te sorprenda es la estrecha relación entre el marketing emocional y la cifra de negocio.
Debemos el concepto de marketing emocional a Elia Guardiola, que también desarrolló la teoría que define sus cuatro pilares fundamentales. Según Guardiola, es marketing emocional aquel que basa su eficacia en despertar las emociones de los clientes para persuadirlos de comprar. Pero no de cualquier manera, sino mediante la creación de una relación emocional entre marca y cliente.
Ese despertar de las emociones, esa relación, se basa en los siguientes cuatro principios:
Emociones y colores van juntos a todas partes. El filósofo Aristóteles ya se dedicó a estudiar la relación entre ambos en la antigua Grecia, y no fue el único. Ha habido multitud de teorías sobre los colores y las emociones y, por tanto, sobre los colores en el marketing y la psicología del color.
Quizá la más conocida sea la Teoría de la rueda de las emociones, de Robert Plutchik, según la cual, las emociones más importantes pueden combinarse para formar emociones secundarias. Un poco como la rueda de los colores. Si mezclando azul y amarillo obtenemos verde, según el profesor y psicólogo Plutchik, al mezclar tristeza y rechazo, obtendríamos remordimiento.
A la hora de diseñar una campaña centrada en las emociones del usuario, es importante tener en cuenta la importancia de los colores en el marketing. Sobre todo porque el marketing emocional no funciona como las matemáticas. No basta con añadir un color determinado para despertar una emoción. La historia sobre la que construyas esa campaña será la base sobre la que montar todos los demás elementos.
En definitiva, es cierto que los colores en el marketing son un elemento fundamental, pero es necesario saber cómo combinarlos con el resto de elementos de una campaña para conseguir el objetivo propuesto.